
La ensaimada mallorquina es uno de los productos estrella de la isla. La palabra procede “saïm” (manteca de cerdo) y se consume en todos los puntos de España. Es tan grande la importancia de la ensaimada mallorquina que desde 1996 se encuentra protegida con la Denominación específica.
En Calamillor Madrid llevamos 48 años haciéndola (¿muchos, verdad? y hemos perfeccionado nuestra técnica hasta tal punto que nuestra ensaimada mallorquina se ha convertido en uno de los emblemas de la casa. Las tenemos pequeñas de una única ración o bien grandes, de aproximadamente diez raciones, rellenas de crema, crema tostada, nata, cabello y trufa. Si eres de los más atrevidos puedes comprarlas vacías y rellenarlas de Jamón, queso… ¡las combinaciones son infinitas!
Ingredientes de la ensaimada:
Nuestros ingredientes son todos en su mayoría de la sierra de Madrid. Apostamos por un comercio sostenible, utilizamos huevos de granjas segovianas y trabajamos codo con codo con pequeños comercios para apoyar la red de emprendedores.
La forma tradicional de la ensaimada:
La ensaimada mallorquina tiene forma de espiral, con dos o más vueltas, siempre en el sentido de las agujas del reloj. Tiene ese característico color dorado – tostado por el sol- y su textura es crujiente, casi quebradiza, aunque su interior es blando debido al relleno. Podemos observar también las formas geométricas que dibujan el hojaldrado. Y es que no sólo está riquísima, ¡sino que es preciosa!
Si todavía no has probado nuestras ensaimadas mallorquinas, te invitamos a que te tomes un buen café y un pedazo de esta delicia que contiene todo el sabor de las islas en un bocado.