
¡Chocolate! ¿Hay algo más rico con este tiempo que tomar una buena taza de chocolate caliente? A nosotros nos encanta merendar una buena taza humeante acompañada de un bollo con el que mojar, por eso nos hemos vuelto unos expertos a la hora de prepararlo. ¿Quieres saber nuestros trucos? ¡Sigue leyendo!
UNA BUENA MATERIA PRIMA
Si queremos que nuestro chocolate esté delicioso, no podemos utilizar cualquier producto. Tenemos que asegurarnos que nuestro chocolate es de primera calidad. Nosotros usamos leche de la Colmenareña, como ya mencionamos en otra de nuestras publicaciones. Procede exclusivamente de granjas ubicadas en la Sierra de Madrid y es 100% natural. Para tu receta, puedes utilizar leche fresca, asegurándote de que la vaca ha pastado mínimo 150 días al año en prados.
REMUEVE BIEN EL CHOCOLATE.
Sin pausa, pero sin prisa. Hay que conseguir una textura cremosa batiendo e integrando a la perfección todos los ingredientes. Asegúrate de que no queden grumos o podrían estropear el chocolate. Una parte fundamental de la bebida que estamos preparando es la espuma, que se crea en parte gracias a la crema de leche pero también debido a una buena integración de todos los productos.
LOS COMPLEMENTOS, EL MEJOR AMIGO DEL CHOCOLATE.
Una vez que ya está preparado, podemos «tunearlo» como más nos apetezca. Desde canela, a chips ahoy, nate e incluso un chorrito de baileys.También puedes decantarte por darle un toque mentolado a tu chocolate con menta o hierbabuena e incluso con bastones de caramelo sabor menta.
No te olvides de las nubes de gominola, casan a la perfección y están deliciosas cuando se derriten con el calorcito de la taza.
Como última recomendación puedes mezclar chocolate y café. ¿Lo llamamos chocofé?
¿Suena delicioso, verdad? ¡Pues te dejamos receta!
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1 taza de crema de leche.
Vierte en una olla el café, la leche y la tableta en onzas en una olla a temperatura media durante unos 5-10 minutos, dependiendo de la potencia y remueve bien hasta que esté todo fundido y todo perfectamente integrado. Una vez listo, añade crema de leche y remueve hasta que adquiera cremosidad. Servir en una taza templada, añadir azúcar al gusto y espolvorear canela. Ya solo falta acompañarlo con un postre y a merendar 🙂